Los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) indican periódicamente que entre los tres primeros problemas que identifican las personas encuestadas, destacan problemas vinculados a la «política». Según la encuesta social europea, España ha sido desde hace décadas el país con menos interés por la política de todos los europeos, incluyendo las nuevas democracias del este de Europa; el promedio de desinterés se ha movido en torno al 80% que declaraba que la política le interesa poco o nada.
Este desinterés ha sido invariable: se ha producido tanto en momentos de crisis económica como en los de bonanza, tanto con gobiernos «socialistas» como con los conservadores, tanto cuando existía una elevada satisfacción con la democracia y apenas casos de corrupción como cuando predominaba un cierto descontento.
En España, desde 1977 hasta 2019, la no participación en procesos electorales ha estado de promedio, entre el 20% y el 30% del censo electoral. Pero podemos encontrar comunidades autónomas con bastante abstencionismo, como Galicia, Canarias, Asturias y Baleares que, desde 2011 hasta noviembre de 2019, han oscilado entre casi el 35% y casi el 45%.