Sobrepesca

La pesca es una antigua práctica humana, que se remonta al Paleolítico Superior, como medio de subsistencia, igual que la caza y la recolección. Los mares y océanos con toda su inmensidad, ocupando alrededor del 70% de la superficie de la Tierra, tampoco sin infinitos, aunque la pesca comercial ha ignorado continuamente esta realidad. Los recursos pesqueros son renovables, pero lo son si el ritmo de captura es inferior al de reproducción; una verdad sencilla, y un hecho constatable.

La problemática de la sobre-explotación de los recursos pesqueros tuvo su primer ejemplo con la pesca de las ballenas. La pesca costera de la ballena la han realizado, y la realizan aún, las gentes de las poblaciones costeras como un valioso recurso alimenticio y, sobre todo, para extraer el aceite de ballena que ha servido durante mucho tiempo como sistema de iluminación cuando no existía el suministro doméstico de la electricidad ni la bombilla.

Posteriormente, el desarrollo de la navegación oceánica permitió que los marineros pudieran ir a buscar el preciado botín de las ballenas por todo el mundo, desarrollándose una enorme flota de barcos balleneros, cuya carne ya importaba menos e incluso ni se podía aprovechar, al no existir un sistema de refrigeración que permitiera llevarla con garantías hacia el interior de los respectivos países de desembarco. El comercio del aceite de ballena sufrió otro gran impulso, cuando se convirtió en un producto idóneo como lubricante para toda la maquinaria que se fabricó durante la Revolución Industrial.

En 1900, especialmente tras introducirse métodos modernos de captura a distancia y procesamiento de ballenas, muchas de las especies de ballenas estaban a punto de extinguirse (por ejemplo, la ballena azul quedó menos del 1% de su población previa a la captura comercial de ballenas) y se siguió capturando otras especies más abundantes .

La progresiva sustitución del aceite de ballena por derivados del petróleo (queroseno) y aceites vegetales, no impidió que el aceite de ballena se dedicara a nuevas aplicaciones como el jabón o la margarina, que provocaron enormes incrementos de demanda y del precio, y que en 1930 supusieron el nacimiento de gigantes como el grupo Unilever , que, actualmente, en trece de sus marcas (aunque tiene unas 400 marcas comerciales), con cada una de ellas factura anualmente más de mil millones de euros.

El problema es que la sobrepesca no ha afectado sólo a las ballenas, sino a otras especies marinas como el atún rojo, el bacalao, gallinetas, el pez espada, el fletán, mantas, tiburones y rayas, con descensos de hasta el 90% de su población (atún o bacalao). Según la FAO, la fracción de poblaciones de peces que se encuentran dentro de niveles biológicamente insostenibles ha ido aumentando desde el 10% en 1974 hasta el 35% en 2017. En el Mediterráneo y el Mar Negro, Noroeste y Este del Atlántico y Sur del Pacífico, la tendencia de la producción pesquera está en declive tras haber superado su cénit. En lo que respecta a los ODS, la situación a 2017 indica que es poco probable que se logre la meta 14.4 de los ODS: poner fin en 2020 a la pesca excesiva en la pesca marina .

Referencias