Fundamentos y causas
- La veracidad sobre cómo es la realidad que nos rodea, ha venido determinada, desde la invención de la imprenta, por aquello que había sido escrito y publicado. La prensa en un primer momento, y luego los demás medios de comunicación (radio y televisión), han sido elevados al rango de los configuradores de la realidad.
- Los medios de comunicación de masas han acumulado tanto poder que no sólo cuentan o describen la realidad, sino que la transforman o la crean, y condicionan los temas de debate en la agenda pública.
- La pseudocultura, en la fase industrial avanzada del capitalismo, necesita que los trabajadores tengan una preparación intelectual y cultural mayor. Pero, al mismo tiempo, el hecho de que los trabajadores tengan más preparación intelectual también se tiene que neutralizar para que no sean demasiado críticos con el sistema. La neutralización de una visión crítica de la realidad social se hará desde una cultura convertida en ideología, entendida como falsa consciencia. Es decir, la cultura se someterá a las necesidades del sistema de producción y también a los intereses comerciales dominantes.
- El capitalismo y los sistemas políticos basados en elecciones, necesitan captar la atención o por el contrario desviar la atención, hacia determinados temas y asuntos, según sus intereses. Hay una lucha global y feroz por modificar el comportamiento de las masas populares. La época humana con mayor capacidad de comunicación en manos de más personas, es a la vez la época en la que es más fácil sepultar en desinformación y silenciar, condenándolos a la irrelevancia, los discursos disidentes.
- Los medios de comunicación de masas están gobernados por grandes corporaciones globales, con estrechos vínculos e intereses con determinados partidos políticos, entidades financieras y multinacionales.
- La extensión de las tecnologías de la información y las comunicaciones, con terminales y redes cada vez más potentes y ubicuas, hace que sea muy fácil conseguir un canal de comunicación directo e impactante con cada vez más personas. El individuo de las sociedades modernas está hiperconectado.
- La población elige los medios y canales de comunicación que quieren escuchar, ver o leer, porque dicen lo que confirma su percepción del mundo. Esta confirmación supone una reafirmación personal, proporcionándoles seguridad, certidumbre y auto-confianza.
Impactos negativos
- En los medios de comunicación masivos, la búsqueda de beneficios impera sobre el interés público, en caso de conflicto.
- El periodismo libre y como contrapoder político, desaparece y se convierte en un brazo mediático de intereses políticos y económicos particulares de los que depende totalmente. Los medios de comunicación no son instrumentos de liberación, sino de alienación.
- La búsqueda de información para formar una opinión fundada sobre los asuntos públicos, se transforma en un bombardeo de (des)información, cotidiano y constante, que disuade al individuo de profundizar críticamente en la información recibida. No se analiza, ni contrasta la información, a menudo ni siquiera se lee correctamente, y la formación de las propias convicciones en cualquier ámbito, se basa en información poco fiable o falsa, que absolutizamos y la convertimos en dogma de fe, ante la pereza y hastío de buscar y analizar más información en los múltiples temas y problemas que cada día percibimos o nos acechan.
- Las dificultades económicas, familiares y personales de gran parte de la ciudadanía, junto a la saturación (des)informativa, conduce a que la mayoría de la población busque evadirse de la realidad, refugiándose en el hedonismo y el entretenimiento. Este hábito, retroalimentado por los medios de comunicación masivos, provoca que las únicas piezas de información que puede admitir el ser humano moderno, deben ir muy bien decoradas estéticamente para que se les preste algo de atención. La información se transforma en infoentretenimiento; lo demás, simplemente es ignorado y relegado a la irrelevancia.
- La calidad y relevancia pública de la información, ya no es lo que determina su impacto, sino su capacidad para entretener o enganchar a la audiencia, que es lo que los anunciantes y los accionistas de los medios de comunicación buscan ante todo.
- El hábito de no contrastar las fuentes de información y de no analizar críticamente dicha información, alimentan las noticias falsas que, no obstante, mucha gente puede verse impactada y movilizada con base en las mismas.
- El consentimiento y la obedicencia de la población ya no es necesario conseguirlas sólo mediante el uso de la fuerza, como se ha hecho en otras épocas más belicosas y sangrientas, sino también manipulando eficazmente la información que reciben instantáneamente por cualquiera de los múltiples aparatos de comunicación a los que está conectado el ser humano moderno. La manipulación y fabricación del consentimiento de las masas es la forma que tienen las oligarquías para controlar y someter a la democracia y al pueblo a sus intereses. Un medio que, además, aparece como mucho más respetable y civilizado que cuando simplemente se masacraba, encarcelaba y torturaba a los rebeldes que no querían obedecer a las élites.
- El riesgo a acabar siendo manipulado produce como consecuencia que mucha gente desconfía no sólo de la información, sino de las demás personas. La desinformación nutre, además de la paranoia social, el aislamiento y el individualismo.
- Los valores, prioridades, expectativas y reivindicaciones de cada individuo y, colectivamente, de la población son manipulados hasta conseguir una completa asimilación de toda una serie de ideas y creencias que sustentan el sistema capitalista: que la realidad actual es la única que puede existir; que quien trabaja y se esfuerza hasta la extenuación merece sobrevivir, y quien no, merece la miseria; que sólo es importante y valioso lo que (y quien) es práctico, productivo, funcional, y eficaz para el sistema; que nuestra calidad de vida se mide en términos de posesiones, de la moda y de la última tecnología; que nadie pertenece a la clase trabajadora explotada, sino que estamos en el camino del éxito burgués y de ser millonarios.
Casos y ejemplos
Los protocolos de los sabios de Sion
Grupos o conglomerados mediáticos
Influencia de Rusia en las elecciones de EEUU de 2016
Propaganda y la desintegración de Yugoslavia
Censura en la Guerra Global contra el Terrorismo
Operaciones de bandera falsa (false flag)
Código de Producción de Hollywood (Código Hays)
Manipulación y tergiversación de los atentados terroristas de Madrid
Desinformación en catástrofes ambientales