En España se han sufrido dos grandes catástrofes ambientales, la primera, en 1998, la contaminación producida por la ruptura de la presa de Aznalcóllar que afectó al espacio natural protegido de Doñana, y, en 2002, la marea negra provocada por el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas gallegas. En cambos casos, y otros similares, se han documentado las manipulaciones y desinformación que realizan los gabinetes de prensa gubernamentales, junto con la presión a científicos de organismos dependientes de los correspondientes gobiernos, a fin de proteger sus intereses políticos justo en las crisis, que es cuanta más información demanda la ciudadanía .